Bicentenario!

Hoy, el Bicentenario es un cascarón hueco; una palabra vacía empleada con fines diversos. Los rasgos que nos caracterizaban se han disfrazado para mostrarnos más europeos: nuestro Obelisco está rodeado de imágenes que no nos identifican y hay curiosas deformaciones que van desde el Gotán Proyect hasta la canción pop en inglés con que se promociona la Universidad de Palermo.
Tras estos pintorescos bastidores, siguen rondando cartoneros y chicos mal nutridos y la violencia se multiplica de la mano de la ignorancia. Todo esto en un país que podría alimentar sin problemas a toda América en su conjunto. No soy pesimista, sólo digo lo que veo. Festejemos, sí, en memoria de Belgrano, Güemes, Juana Azurduy y tantos patriotas verdaderos. Pero ya mismo hay que forjar un proyecto serio de país: nos llevará varias décadas corregir tanta ineptitud del pasado y del presente.

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